Dormir en el Stena Scandinavica

El impresionante Stena Scandinavica nos llevó desde Kiel, en Alemania, hasta Suecia. Tras pasar la noche en Maasmechelen y Gnarrenburg, en el barco sentimos por primera vez que nuestro viaje había comenzado. Desde la cubierta vimos cómo dejábamos atrás la Europa continental y sentí los nervios en el estómago. Aunque habíamos pasado cómodamente los dos primeros días en Rafiki, nos hizo bien la comida caliente en el restaurante y la maravillosa ducha en nuestro camarote. Después de una noche milagrosamente buena en la litera de abajo, nos apresuramos a salir a la cubierta por la mañana para ver el amanecer. Pronto se confirmó el estereotipo del norte oscuro: no vimos salir el sol por culpa de la niebla. Nuestras esperanzas de ver un rayo de sol se esfumaron, pero por suerte los impresionantes barcos de pesca que pasaron junto a nosotros lo compensaron. Una hora antes de la llegada disfrutamos del extenso desayuno buffet. Una buena aventura siempre empieza con un buen desayuno.

Desembarcamos en Gotemburgo. Tras un breve interrogatorio por la policía portuaria, que no podía creer que pensábamos dormir en el carro, buscamos el aparcamiento más cercano para averiguar cómo continuar nuestro viaje. En la applicación Park4night buscamos un lugar para aparcar Rafiki y luego visitar Gotemburgo a pie o en bicicleta. Nuestros ánimos se ablandaron cuando leímos sobre los robos y la destrucción de autocaravanas en varios aparcamientos y campings. Decidimos dejar atrás Gotemburgo y seguir buscando un lugar seguro donde pasar la noche. Condujimos hacia Mölndal y encontramos un lugar en un lago a través de Park4night. No dejaba de llover y se nos fue el ánimo. Al otro lado de la carretera donde estábamos aparcados había una ruta de senderismo y no había nada mejor que hacer que dar un paseo por el bosque. Allí descubrimos rápidamente que los habitantes son fervientes caminantes o corredores con muy buen físico.

Después de nuestro corto (ciertamente para los estándares suecos) paseo nos encerramos en Rafiki y decidimos terminar el día. ¡Mañana un nuevo día y una nueva aventura!